
He decidido...
ser feliz
(sí, ser feliz es una decisión)!
Pasear por Barcelona y perderte entre sus calles sintiéndote un personaje de novela ambientada en el siglo pasado es lo que me tiene amarrada, embobada, enamorada de esta deliciosa ciudad. Estoy atada en cuerpo y alma al ambiente de postguerra que se respira entre sus calles. Despierta en mi fascinación y curiosidad. Quisiera conocer los escombrosos detalles y secretos que esconden la paredes maltratadas, los balcones oxidados y aquellos magníficos portales que te transportan a otra época. Una época alejada de la realidad moderna, desenfrenada y ansiosa en la que vivimos. Pierdes la noción del tiempo y te dejas llevar por su encanto. Barcelona es, sencillamente impresionante (no es publicidad, es que estuve de paseo. Pero 100% recomendada).
Mientras paseaba y me dejaba envolver por el ambiente veraniego que se respira en esta temporada en la ciudad, no podía parar de pensar: ¿Qué significa tener las ideas claras?, solemos buscar personas que tengan claro lo que quieren y lo que buscan. ¿Por qué?. No estoy diciendo que vayamos por la vida siendo indecisos e inseguros, es importante tener claras algunas cosas, pero para muchas otras ME RESERVO EL DERECHO DE CAMBIAR DE OPINIÓN EN ULTIMO MOMENTO. Y si un día, de repente, decido que no es lo que necesito, que no es lo que busco. Puede que en su momento lo pareciera, pero con el tiempo vamos creciendo y dándonos cuenta de que las cosas pueden no ser como creíamos. A lo mejor en ese pequeño salto evolutivo caigo en la cuenta de que lo que estoy haciendo hoy no me lleva donde quiero llegar mañana. Entonces qué? NO tengo las ideas claras? ¿No sé lo que quiero? Todo lo contrario, justo en ese momento es que nos damos cuenta de qué es lo que NO queremos y qué es lo que estamos buscando.
Como todo en esta vida vamos cambiando, nadie es igual que hace 5 años. Mucha gente no tomaría las mismas decisiones (si tuvieran la oportunidad de repetirlas, no de volver al pasado). El tiempo y nuestras experiencias nos van moldeando, nos van cambiando, vamos fluyendo, convirtiéndonos poco a poco en quienes somos, queremos y deseamos, pero NO nacemos sabiendo como llegar hasta allí. Hay que aventurarse, arriesgarse. A veces mientras más arriesgamos más ganamos, pero nos cerramos y no vemos las cosas positivas que nos dejan las perdidas. No todo son malos tragos. Las cosas que duelen nos enseñan lecciones tan buenas como aquellas que nos hacen felices. Hay que cambiar y adaptarse para poder vivir feliz, hacer aquello que creemos mejor para nosotros mismos.
Y si lo que quiero hoy, no me lleva donde quiero estar mañana?? (Paranoias mías, no sé :p)
Y para no perder la costumbre: Intentemos aprovechar cada momento, cada experiencia (mala o buena) y aprendamos de ellas. Saquemos de todo aquello negativo algo positivo. No forcemos nuestro destino, lleguemos paso a paso aprendiendo por el camino.
Bee Happy :D
No hay comentarios:
Publicar un comentario